lunes, 8 de febrero de 2010

La historia comienza en el camerino de un mago, todo está preparado para su actuación en un teatro repleto de público, todo excepto el pequeño colaborador del ilusionista, un conejo hambriento que no ha podido comer su ansiada zanahoria. El espectáculo debe empezar, el pequeño ayudante se niega a colaborar hasta que no haya saciado su hambre, y la batalla comienza entre el mago y el conejo. El público ajeno a todo aplaude a rabiar al final de cada número mientras el mago, maltrecho, sigue en su empeño. El gran final llega cuando el conejo salva al mago ante los ojos de los espectadores y éste le premia con una zanahoria.

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